AFP. Un tribunal británico condenó a nueve años de cárcel a un químico argelino desempleado por haber arrojado con un vaporizador, en varios supermercados, una librebría y un pub, una mezcla compuesta de sus excrementos y su orina.
Sahnun Daifala, de 42 años, la llevaba en un recipiente de litro y medio oculto en un maletín para ordenadores portátiles, que había modificado convenientemente para rociar con la escatológica sustancia. Lo hizo en mayo de 2008 en los establecimientos citados, en la región de Gloucestershire (suroeste de Inglaterra).
Provocó unas pérdidas de 700.000 libras (unos 790.000 euros) por daños e ingresos no percibidos. Según la policía, Daifala planeaba actuar también en las ciudades de Birmingham y Bristol. Al anunciar la sentencia, la juez Carol Hagen reprochó al delincuente su "total desprecio por la seguridad del público", la inquietud generada y el despliegue de las fuerzas de seguridad para averiguar cuál era la misteriosa sustancia que aparecía en los lugares atacados.
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