Pocos ejemplos más claros para entender la obsesión reproductiva. Una mujer de 30 años fue autorizada por un magistrado de Nueva York para extraer semen de su pareja, fallecido el jueves pasado aparentemente de un ataque cardíaco, y conservarlo para poder tener más adelante un segundo hijo suyo.
El fallo llegó un día después de que Johnny Quintana, de 31 años, muriera tras sufrir un colapso repentino y dejara a Gisela Marrero y a su hijo común de dos años. La pareja había hablado horas antes de la muerte de Quintana de casarse y de tener otro hijo, explicó Marrero, quien, decidió inmediatamente seguir adelante con los planes de quedar embarazada.
'Esto es algo que queríamos ambos. Lo acordamos antes de su muerte y si lo puedo poner en práctica lo haré', señaló.
Marrero y Quintana llevaban viviendo juntos 14 años y hace dos años decidieron formar una familia, según el relato de la mujer.Gisela, al no haber pasado por el altar con Johnny, tenía que pedir la autorización de los padres de su pareja y de un juez para poder extraer el semen y conservarlo, algo que complicó sus planes.
La rapidez en la decisión del juez era vital para la mujer, dado que el semen se tenía que tomar cuanto antes para poder ser usado con fines reproductivos.
En concreto, Marrero disponía de 36 horas, según los medios locales. Johnny murió a las cuatro de la tarde del jueves y el juez no la autorizó hasta el viernes por la tarde.
Inmediatamente después de recibir el permiso necesario, Gisela pidió a los médicos actuar.
Marrero no sabrá hasta el próximo martes si el procedimiento se hizo a tiempo. Tampoco sabe cuándo intentará quedar embarazada. De momento, se dedicará a preparar el funeral de su pareja.
El fallo llegó un día después de que Johnny Quintana, de 31 años, muriera tras sufrir un colapso repentino y dejara a Gisela Marrero y a su hijo común de dos años. La pareja había hablado horas antes de la muerte de Quintana de casarse y de tener otro hijo, explicó Marrero, quien, decidió inmediatamente seguir adelante con los planes de quedar embarazada.
'Esto es algo que queríamos ambos. Lo acordamos antes de su muerte y si lo puedo poner en práctica lo haré', señaló.
Marrero y Quintana llevaban viviendo juntos 14 años y hace dos años decidieron formar una familia, según el relato de la mujer.Gisela, al no haber pasado por el altar con Johnny, tenía que pedir la autorización de los padres de su pareja y de un juez para poder extraer el semen y conservarlo, algo que complicó sus planes.
La rapidez en la decisión del juez era vital para la mujer, dado que el semen se tenía que tomar cuanto antes para poder ser usado con fines reproductivos.
En concreto, Marrero disponía de 36 horas, según los medios locales. Johnny murió a las cuatro de la tarde del jueves y el juez no la autorizó hasta el viernes por la tarde.
Inmediatamente después de recibir el permiso necesario, Gisela pidió a los médicos actuar.
Marrero no sabrá hasta el próximo martes si el procedimiento se hizo a tiempo. Tampoco sabe cuándo intentará quedar embarazada. De momento, se dedicará a preparar el funeral de su pareja.
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