EFE. La propietaria de un pequeño pub de Framfield (sur de Inglaterra) ha decidido vender en subasta uno de los retretes de su establecimiento después de que Camilla, la esposa de Carlos de Inglaterra, lo utilizara en una visita inesperada.
Chris Azerkane ha explicado que la duquesa de Cornualles apareció por sorpresa en su local, el "Hare and Hounds", y pidió utilizar los servicios camino de un funeral de un familiar. Azerkane estaba en la cocina cuando vio que delante del pub se pararon varios coches, de los que bajaron muchos hombres trajeados y dos mujeres rubias."Fui a abrir la puerta y me lleve la sorpresa de que una de las mujeres era Camilla. Me saludó y yo pensé: '¿qué hago, una reverencia o me inclino?", recuerda la propietaria del pub. "Me preguntó si podía utilizar los servicios y yo le dije: 'por supuesto. Necesitan ser re-decorados, pero están limpios como una patena'. Ella fue muy amable y me contestó que no pasaba nada", continúa. La sorprendida hostelera cuenta que el retrete se convirtió enseguida en una especie de atracción turística y que los habituales del pub se fotografiaban junto a él. Fue entonces cuando esta mujer y su esposo pensaron que sería una buena idea vender el sanitario a través de e-Bay y dar el dinero que obtengan a dos hospitales, donde su nieto, de 16 meses, es tratado de un problema pulmonar.
"Me dará pena que se lleven el retrete", asegura Azerkane, quien afirma no tener "ni idea de cuál será el valor que se dará a las posaderas de la Duquesa".
Chris Azerkane ha explicado que la duquesa de Cornualles apareció por sorpresa en su local, el "Hare and Hounds", y pidió utilizar los servicios camino de un funeral de un familiar. Azerkane estaba en la cocina cuando vio que delante del pub se pararon varios coches, de los que bajaron muchos hombres trajeados y dos mujeres rubias."Fui a abrir la puerta y me lleve la sorpresa de que una de las mujeres era Camilla. Me saludó y yo pensé: '¿qué hago, una reverencia o me inclino?", recuerda la propietaria del pub. "Me preguntó si podía utilizar los servicios y yo le dije: 'por supuesto. Necesitan ser re-decorados, pero están limpios como una patena'. Ella fue muy amable y me contestó que no pasaba nada", continúa. La sorprendida hostelera cuenta que el retrete se convirtió enseguida en una especie de atracción turística y que los habituales del pub se fotografiaban junto a él. Fue entonces cuando esta mujer y su esposo pensaron que sería una buena idea vender el sanitario a través de e-Bay y dar el dinero que obtengan a dos hospitales, donde su nieto, de 16 meses, es tratado de un problema pulmonar.
"Me dará pena que se lleven el retrete", asegura Azerkane, quien afirma no tener "ni idea de cuál será el valor que se dará a las posaderas de la Duquesa".
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