12 agosto 2009

Lluvia de Perseidas: la Tierra atraviesa la estela del cometa Swift-Tuttle


La Tierra está atravesando en estos momentos la estela de polvo dejada tras su paso por el cometa Swift-Tuttle. A esta razón se debe la lluvia de meteoros Perseidas, que alcanza hoy su máximo “caudal” y comenzó a finales de julio. Es la lluvia de aerolitos más popular del hemisferio norte del globo.

La visión de las estelas estará dificultada por la Luna menguante (55% de plenitud) que deslumbra por estos días desde la constelación de Aries, enseguida del radiante de la lluvia, en Perseo. Por esa zona de la bóveda celeste será prácticamente imposible visibilizar Perseidas.

Para algunos especialistas los bólidos más atractivos son los rasante. Cuando Perseo y la Luna se ubican a baja altura, se reduce el resplandor y el radiante de la lluvia se coloca en una posición óptima para el despliegue de los meteoros que se aproximan desde el horizonte, rasando la atmósfera alta. Estos meteoros son lentos y de silueta larga y colorida.

Las Perseidas provienen de la constelación Perseo, alcanzan los 59 kilómetros por segundo y una declinación de 58 grados (por esta razón no pueden observarse en zonas meridionales), y más concretamente del cometa Swift-Tuttle, que posee un diámetro de 9,7 kilómetros y su órbita entorno al disco solar dura nada menos que 135 años.

Durante la Edad Media esta lluvia fue rebautizada (para variar) con el nombre de “lágrimas de San Lorenzo” porque el 10 de agosto es el día de este santo. Se asocian así los bólidos a las lágrimas de Lorenzo (tesorero de la curia) cuando lo quemaron en una parrilla (Roma, año 258) antes de exclamar assum est, inqüit, versa et manduca (“asado estoy, denme vuelta y coman”). No hay pruebas aún que certifiquen que efectivamente se lo deglutieron.

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