A consecuencia de los violentos enfrentamientos entre indígenas y fuerzas de seguridad del Estado peruano, el Congreso ha suspendido por tiempo indefinido la polémica Ley Forestal y de Fauna Silvestre, aprobada la semana pasada por Decreto 1090. La suspensión fue aprobada por varios grupos políticos, aunque el opositor Partido Nacionalista reclamó la eliminación total de la norma, incluida huelga de hambre de un puñado congresistas.
A pesar de que el Congreso no precisó el tiempo que mantendrá suspendida la ley, afirmó que se realizarán importantes modificaciones consensuadas con los grupos indígenas y representantes del Gobierno. Éste dio el brazo a torcer al aceptar la derogación temporaria de su decreto, y la ministra de Interior salió inmediatamente a la prensa a decir que "ahora no hay razón para seguir con las protestas".
La movilización indígena iniciada a partir de un decreto que consideran vulnera su soberanía territorial y favorece la expoliación indiscriminada de recursos naturales, alcanzó en los últimos días una magnitud tal que se transformó en uno de los mayores retos para la estabilidad del Gobierno neoliberal de Alan García. El presidente García continúa con su convicción de fortalecer el libre tratado comercial con Estados Unidos y vender la Amazonia peruana a empresas privadas: ya ha loteado el 70% de las tierras de la región para ponerlas en el mercado.
La movilización indígena iniciada a partir de un decreto que consideran vulnera su soberanía territorial y favorece la expoliación indiscriminada de recursos naturales, alcanzó en los últimos días una magnitud tal que se transformó en uno de los mayores retos para la estabilidad del Gobierno neoliberal de Alan García. El presidente García continúa con su convicción de fortalecer el libre tratado comercial con Estados Unidos y vender la Amazonia peruana a empresas privadas: ya ha loteado el 70% de las tierras de la región para ponerlas en el mercado.
Los grupos indígenas ya afirmaron que continuarán la lucha hasta la derogación total del decreto. "Nuestra reacción es no suspender la huelga, continuar hasta el final", dijo el dirigente Efraín Pizango, junto a cientos de indígenas apostados en la carretera que escucharon por radio decepcionados la decisión del Congreso en Lima.
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